El Camino del Deseo

La energía sexual es la energía más poderosa que tenemos, utiliza ese combustible para conectar con la parte mística del éxtasis y poder ir más allá del placer.

La sexualidad vista desde la espiritualidad  es un reflejo de lo que somos; muestra nuestra relación con el mundo exterior y el mundo interior.

Según Astiko, “el Tantra contempla el sexo como la expresión electromagnética más poderosa de las dos fuerzas principales que contribuyeron a crear el universo, representadas en la pequeña unión de dos individuos durante la cual pueden tener una gran experiencia trascendental de unión más allá de los cuerpos físicos”.

La energía sexual a la par con la energía espiritual puede abrirnos todo un universo de inventiva y creación. La energía sexual y la energía espiritual se utiliza para reconectarse con uno mismo y es una forma más de manifestación de la sensibilidad que contempla también su reflejo en el arte.

El Tantra permite a hombres y mujeres comunicarse a un nivel profundo, libres de malentendidos, culpas, heridas, falsos dogmas o sexualidad mental.

Se explica en su relación con la conciencia física y espiritual. Con reducir la marcha y tomarnos un tiempo para sentir plenamente.

¿Por dónde empiezo?

Que tal con un ejercicio básico y sencillo para consentirse…

Con un abrazo suave, relajado, acomoda la punta del pene, tanto se tenga erección o no, en la entrada de la vagina, que lo envuelvan suavemente los labios exteriores (si se desliza, no te preocupes) y relajaos hasta que vuestras respiraciones se armonicen y poco a poco también lo harán los latidos de sus corazones.

Espera, siente las sensaciones de este momento, vive el presente y relájate completamente en la expiración.

Si te pierdes en pensamientos o te duermes puedes abrir los ojos y conectar con una mirada.

Como hombre siente la respiración llegando hasta tus genitales y expandiéndose por todo el cuerpo. 

Como mujer siente cómo la respiración llena tus pechos y se expande hacia la cadera, el útero y la vagina, llenándolos.

Se recomienda que realicen este ejercicio 10 o 15 minutos al día. Antes de salir de la cama, a la hora de la siesta, antes de dormir.