Para ser un master en su uso

1. Humedece la copa menstrual con agua tibia, así resbalará mejor y podrás introducirla en tu vagina con mayor facilidad.
2. Colócate en una postura cómoda: de pie, sentada, en cuclillas, con una pierna más alta, tumbada… Nosotras siempre recomendamos que te coloques de pie con las piernas bien abiertas y dobles un poco las rodillas (¡si has hecho pis en el baño de una discoteca sabes a lo que me refiero!).
3. Dobla la copa menstrual en una de las formas que te mostramos en la siguiente imagen o en este post. Para las primeras veces, la mejor forma de doblar la copa menstrual es “el cohete”, pero “la media luna” es la que se abre mejor una vez está dentro de la vagina. Son las más comunes, pero si tienes otra que te funcione mejor, adelante.
4. Introduce la copa menstrual en el interior de tu vagina abriendo los labios con la otra mano para que la copa se coloque con mayor facilidad. Una vez has introducido la primera mitad de la copa, baja un poco tus dedos por ella y empuja el resto hasta que quede por completo en tu interior.
5. Comprueba que está bien colocada pasando un dedo alrededor de la copa menstrual, no debe quedar ningún lado doblado. Si la copa menstrual está doblada en el interior de tu vagina, mueve la base de la copa en círculos hasta que quede fija o presiona con un dedo la copa por el lado contrario a la doblez.
6. Haz tres sentadillas y camina, a mi siempre me funciona para que la copa se coloque solita a la altura que le corresponde, ¡así aprovecho y quemo alguna caloría!
7. Práctica, práctica y más práctica. Como te decía, si no se coloca bien a la primera lo hará a la segunda. Cada vez que lo intentes aprenderás algo nuevo sobre tu cuerpo y sus necesidades.

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